La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del siglo XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo como la literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución francesa.
El término romántico, surgido en Francia en el siglo XVII para referirse a la novela, fue adaptado a principios del siglo XIX a las artes plásticas, en contraposición al neoclasicismo imperante. El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, prácticamente cien años, distinguiéndose tres periodos:
Cada uno de estos períodos posee sus particularidades en cuanto lugares en que se desarrolló o artistas que lo adoptaron.
Se conoce como marina o pintura de marinas, a cualquier forma de arte figurativo (pintura, dibujo, grabado y escultura) cuya inspiración principal es el mar. Además de las representaciones a mar abierto, de batallas navales o de tipos de embarcaciones, pueden incluirse en este género las estampas de lagos, ríos y estuarios, escenas de playa, etc.
Aunque no es un género pictórico de primer orden (según cánones jerárquicos academicistas de origen francés), tuvo un especial desarrollo en Europa entre los siglos XVII y XIX.